Hoy, en Una suerte de tierra: Una mantita para el frío


El huerto está esplendoroso, pero me da miedo que vengan las primeras heladas y lo maten así que he decidido ponerle una mantita.

Lo primero que hice fue coger un tubo que encontré hace un año o así en la basura y cortarlo en trozos de 2 m de longitud. Luego pinché en el suelo unos palitos de hierro de esos que se usan en construcción (tienen un nombre, pero no lo recuerdo) a intervalos regulares a ambos lados del bancal. Usé los palitos para fijar el tubo, por el simple método de colocarlos en la parte del palito que sobresale de la tierra.

No sé si me explico, pero el resultado final fue éste:

A ver si podéis ver los arcos de tubo viejo entre la maleza.

A continuación me deshice de las plantas que ya no producen y planté espinacas. Están muy pequeñas y como hemos pasado nuestro día de Perséfone, no creo que crezcan mucho más. Mi esperanza es que si sobreviven el invierno nos den de comer a finales del invierno o principios de primavera.

Planta que te planta

Después colocamos una manta térmica por encima de los aros. Elegimos la manta por dos motivos:

1) permite el paso del aire, así que si hace mucho calor durante el día no hay necesidad de abrir el túnel para que las plantas no se mueran de calor, como ocurre con el plástico. Estoy es muy importante en el Herrén porque no vivimos ahí y porque en invierno se alcanzan temperaturas muy altas durante el día.

2) permite el paso del agua así que mientras llueva de vez en cuando no habrá que regar. De todas formas, hemos dejado el riego por goteo por si acaso.

La principal desventaja de la manta térmica, a parte de que hay que comprarla, es que es frágil. También nos da miedo que se la lleve el viento.

Sólo hemos cubierto la mitad de uno de los bancales. Hemos plantado lechuga, acelga, ajetes y espinacas tanto fuera como dentro del túnel. La idea es comparar los resultados y si vemos que lo del túnel funciona bien, ampliaremos al resto de los bancales.

Lo hemos hecho bastante bajito a ver si aguanta bien el viento.

La manta está fijada a los tubos con unas pinzas bastante fuertes y en las dos cabeceras con unas cajas vintage de refrescos en las que pusimos unas grandes piedras después de hacer estas fotos.

Las cajas vintage también son de la basura.

Dentro del túnel, las lechugas et al parecen felices.

A ver qué tal.

 

“Una suerte de tierra” es el blog del Herrén del Cerrado, un proyecto de permacultura en plena sierra madrileña y espacio vivo de la UPP. Está coordinado por Lucía Moreno Velo, facilitadora de la UPP. Para saber más: www.unasuertedetierra.blogspot.com.es

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