Hoy, en Una suerte de tierra: La estivación, digo dormancia de las plantas


Según Wikipedia, la estivación es:

En Zoología estivación es un estado fisiológico de algunos animales consistente en el letargo, inactividad o torpor que se produce por un descenso en la actividad metabólica como respuesta a las condiciones extremas y periódicas acaecidas durante el verano o estación seca.

También según Wikipedia, la estivación en plantas es un tipo de yema floral que no sé qué y no sé cuantos.

Bueno, sin querer contradecir a Wikipedia (los dioses me libren), yo siempre he llamado “estivación” al estado de inactividad en el  que entran algunas plantas en verano. Para que nos entendamos, es como la hibernación, pero en verano. La Wikipedia llama a esto “dormancia“, que es un palabro feísimo, pero qué se le va a hacer.

Cito:

En fisiología vegetal la dormancia es el estado de reposo del crecimiento de una planta. Es una estrategia de muchas especies de plantas que les permite sobrevivir cuando las condiciones climáticas no son apropiadas para el crecimiento, como durante el invierno o durante la estación seca.

Las plantas que exhiben dormancia tienen un reloj biológico que sigue el ciclo circadiano, informándoles cuando disminuir la actividad de los tejidos vivos en preparación para un período de heladas o de escasez de agua. Después de un período de crecimiento normal, la dormancia llega a causa de los días más cortos, caídas en las temperaturas o disminución de las lluvias.

 

Muchas plantas que crecen en zonas con veranos calientes y secos (¿os suena de algo este tipo de clima?) entran en dormancia en verano.
dying fronds of Polypodium californicum 'Sarah Lyman'
Polypodium californicum en un jardín de California el 1 de julio de 2013
Esta imagen y la siguiente tomadas de aquí.

Summer Dormancy and the Polypody
La misma planta, el 4 de septiembre de ese mismo año

Todo esto es muy bonito y científico, y si además hay una foto tomada en California nos lo creemos todavía más, pero en realidad es lo que vemos en casi toda la Península todos los veranos. Y es que si observáramos e interactuáramos más aprenderíamos todo lo que está en los libros blogs y mucho más.
Busquemos en las viejas carpetas de fotos:
Agosto de 2015: seco por aquí…
seco por allá…
Marzo de 2015: seto de la piscina
Y el mismo seto en junio:
Así estaban los arbustos:
aunque a día de hoy están todos vivos y rebrotando.
Y luego está el reverdecimiento observado cada otoño. Estas imágenes son de octubre de este año:
También nuestro huerto agradece el fresco del otoño y produce más que en verano. Esto puede parecer extraño, ya que normalmente se considera que el verano es la estación más productiva, por el calor y las horas de luz. Y es verdad, claro *siempre y cuando tengas suficiente agua*.
Si no hay suficiente agua, esa misma falta de agua hace que las plantas o se mueran o, si están adaptadas al clima, entran en dormancia. La parte aérea se seca o deja caer las hojas, y cuando vuelve a haber lluvias, vuelven a crecer.
La clave de la dormancia de verano en nuestro clima no es el calor, es la falta de agua. Y eso nos obliga a examinar nuestro uso del agua en verano. Nosotras llevamos ya unos años haciendo un ejercicio de crueldad que consiste en regar el huerto de verano lo menos posible.
Tomatera Moneymaker en el verano de 2014,
aunque no lo parezca, no es cherry.
La realidad es que un huerto 100% sostenible es un huerto que no depende de agua fósil ni agua comprada, o como se dice en mi pueblo, “de la traída”. Un huerto sostenible se riega con el agua que hay en la parcela, ya sea de un manatial o de un río o de un aljibe que almacena agua de lluvia. Por eso tradicionalmente ha habido zonas de huerta (es decir, donde había agua en verano) y zonas en las que se plantaban otras cosas. Esa idea de que podemos poner un huerto en cualquier parte y lo ponemos sea como sea nuestra tierra es nueva, artificial y muy, muy peligrosa.
Triste huerto de verano con sombrajo de fortuna
Os propongo un experimento para el año 2016: regad sólo con el agua que tiene vuestra tierra. No uséis agua de acuíferos ni del grifo. Pasaros en invierno almacenando agua, usad acolchado y sombra para reducir la evaporación, plantad variedades de secano, regad con goteo y mucho ojo. ¿Qué creéis que pasará?
Yo os digo lo que pasará: un huerto muy triste. La verdad es que no es fácil ceñirse a esta regla. Llevo ya un tiempo pensando en escribir los diez mandamientos de la permacultura y el primero sería “No desearás el huerto del vecino, máxime si lo riega dos veces al día, a manta y con agua fósil y tiene los tomates como calabazas, oiga, porque no es sostenible por mucha envidia que dé”. Es demasiado largo para que quepan 12 en una tablas de tamaño adecuado para bajarse a mano de una montaña, pero qué se le va a hacer.
Así es la vida, amigos permacultores. Se nos llena la boca diciendo que la permacultura es un sistema de diseño que imita las estrategias de la naturaleza y luego nos dedicamos a regar el huerto todo el verano **cuando la naturaleza en verano lo que hace es dormancia**. *Dormancia* **DORMANCIA** **DORMANCIA**
La realidad de nuestras tierras es que hay dos periodos de crecimiento: primavera y otoño. El invierno y el verano son para la dormancia.
Se impone un diseño de sectores temporales que registre qué energías nos llegan al Herrénen los diferentes momentos del año. Vista la luz y el agua, nos queda ver el calor (y la falta del mismo), que será el tema de la siguiente entrega de esta apasionante serie.
“Una suerte de tierra” es el blog del Herrén del Cerrado, un proyecto de permacultura en plena sierra madrileña y espacio vivo de la UPP. Está coordinado por Lucía Moreno Velo, facilitadora de la UPP. Para saber más: www.unasuertedetierra.blogspot.com.es

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *